Los brazos
Estate
Tu piel exclusa
Te pienso cada paso
en Malasaña o en Lavapiés.
Tejas sil
tostadas de siempre
Y los adoquines de Juan de Dios
pétreos como la distancia
Un poco de absenta en tu honor
camino a San Leonardo
fuente del nacimiento
y del gamberro colofón
Encuentro consuelo
en las paginas desérticas
en los bulevares por recorrer
en los techos fiorentinos
en la promesa de tu sexo
en la incertidumbre de tu sombra
en tus brazos
entrelazados
sudorosos
esenciales